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YO SOY ARMANDO DANIEL MONTEJANO
Licenciado en Psicología Social,
Master en Meditación y Sanador Ayurvédico.

La historia comienza cuando en un barrio tradicional de Corrientes, donde existían casas históricas de la época de la fundación de Corrientes, que ya en nuestra contemporaneidad fueron derribas, Mi casa de adobe construida en lo alto; en lo que fuera una barranca en la calle Tucumán 558 , doce escalones contaba para llegar a esa casona colonial.

Desde la altura se veía la costanera, se construyó en la altura para salvar de las crecientes, los materiales eran adobe, y estiércol pero esos adobes tenían 45 cm de ancho x 60 x 7 cm, espesor apilados en paredes de 3,50 Metros de altura, la entrada era un portón de dos hojas, que se asemejaba al portón de un castillo. Los marcos y el portón era de quebracho colorado labrado a cuchillo, y dibujados, el portón rotaban en una prolongación eje de la misma madera que pivoteaba en los marcos del mismo material; que eran engrasados periódicamente por mi Padre, aun así producían un chirrido especial los ventanales con rejas de hierro y armada en la fragua, conformaban el frente.

La casona colonial de 2 aguas y con tejas musleras; estaba rodeado de jardines con gladiolos, rosales, jazmines y coloridas dalias etc., un jardín bellísimo que; perfumaba el paso al transponer la muralla y la portada de acceso, los rosales eran los custodios de la pesada llave de 400grs. De hierro y 18cm.de largo; mi Madre ocultaba allí la preciada seguridad Familiar cuando salíamos. Esa casa tenía pisos cerámico crudo, (como la teja de la actualidad) desde adentro se observaba una cumbrera de quebracho y una tijera, (Poste gigante) en forma triangular, troncos de palmeras sostenían un cielorraso de tacuaras bambú apiñadas y atadas con tiento crudo y mucho barro por encima en espesor 15cm. Donde se apoyaban las tejas coloniales. Toda esa estructura sostenida por paredones de 3,50mm de altura. El prana y la frescura del rio nos daban un sueño fresco y reparador sin tecnología.

En esa casa histórica nací un 24 de Septiembre de 1946, cuando sonaban las campanas de la Iglesia de la Merced anunciando en su DIA a la generala del ejército. Mi Madre comienza con trabajo de parto, pero la partera no llega a tiempo y ocurre algo curioso mi Padre se cruzó la calle pidiendo ayuda a doña FIdelina Ceitior, una suerte de sanadora que ofició de partera, me recibió en sus brazos, corto el cordón, esta mujer tenía cualidades curativas, logrando un parto sin DOLOR y fue ella la que marco mi destino, ESTABA ESCRITO QUE IBA A SER UN MISTICO, en esa casa de 55 metros de terreno de largo x 25 m. de frente, había granadas, gallinero, plantas, frutas, verduras, todo, una quinta. Fue un lugar donde acampaban los soldados en la Guerra de la triple alianza, a pocos metros, había otra casona histórica donde vivía un gran historiador, llamado Jesús Salvador Cabral, que fue bisnieto de una mujer raptada por los paraguayos, las famosas CAUTIVAS jugando a las bolitas, encontraba balas de cañón, proyectiles de todo tipo, medallas, arneses etc. Era todo tan fantástico que aparecían luces muy raras como gigantescas luciérnagas, mi madre me las mostraba, hasta que un día: mi Madre tomándome de la mano me condujo hasta un árbol de paraíso tan grande y añoso que 2 personas no podían abrazar su tronco, allí aparecía y desaparecían las luces; a las que podía tocarlas sin MIEDO, eso me marco mucho el liderazgo, forme bandas de chicos, construía trincheras fortificadas de troncos, era líder. Veía más allá de lo normal.

En ese contexto, en el hoy “Barrio del Deporte”, y entre los 11 y 13 años avanzamos con lo referente a lo paranormal, a la magia comencé llevando la valija a los magos, que actúan en nuestro coliseo mayor Teatro Juan Vera de Corrientes y ese teatro llegó un famoso mago FUMANCHU, se destacó por las hipnosis colectivas, levitaciones, etc.mi papel de ayudante curioso, acompañaba más este ,mago, y quería sentía curiosidad por saber cómo hacía MAGIA y ahí comencé a relacionarme con hipnotizadores y yoguis, y luego con el MAESTRO Cantero Imber, este yogui hipnotizaba y me relacionó con un sacerdote Jesuita el Padre Fontela que también hipnotizaba, allí comencé a ser el secretario de este sacerdote cuya función era llevar la agenda de turnos para atención de pacientes, que venían a tratarse el Glaucoma, y la artritis a través de la Hipnosis, y otros males como FUMAR; BEBER, DROGAS etc.

Fue en ese momento cuando entendí que mi propósito en esta vida, mi misión mi DARMA era: MAESTRO DE MEDITACION.

De todos modos mi padre me hizo estudiar en la Escuela Industrial en el ENET Nro. 2 y luego seguí en la Universidad Tecnológica, curse hasta el último año de Ingeniería Electromecánica. La Ingeniería no era lo mío, a mí me gustaba conocer más allá, quería saber acerca de la meditación, la mente, lo paranormal, el control mental, y aquí me tienen 50 años en la enseñanza y practica de la meditación.

"Nunca nadie podrá ser mejor, más triunfador o más grande de lo que crea, que puede. Su creencia es el límite, el marco o el molde de lo que pretende o busca...


No limites tu creencia, tus posibilidades ni tus anhelos..."

Lic. Armando Monjejano Extracto de su libro: La felicidad es un arte